1.-
¿Qué es acné?
2.- ¿Cómo reconocer
el acné?
3.- ¿Qué aporta
el tratamiento con Aloe Vera?
4.- ¿Cómo aplicar
el tratamiento?
1.- ¿Qué es el acné?
Es una enfermedad cutánea producida por el exceso en la
producción de grasa de las glándulas sebáceas.
Ante todo ha de quedar claro que el acné no es contagioso,
no obstante es la afección de la piel más común y puede
llegar a afectar al 80% de la población.
Se da sobre todo en jóvenes de 11 a 30 años y existen multitud
de factores que lo provocan: factores hereditarios, mala
alimentación (sobre todo por la ingesta de alimentos grasos),
obstrucciones en el canal pilosebáceo, cambios hormonales
(especialmente prolíficos en el inicio de la adolescencia),
bacterias… No es fácil curar el acné, sin embargo, tratado
a tiempo y de una forma adecuada podemos combatir los brotes
y lograr que no deje marcas. Para ello es imprescindible
atajarlo desde sus primeros síntomas, seguir estos
dos consejos básicos nos ayudará a prevenirlo: 1) mantener
una buena higiene en la zonas más propensas a padecer acné
(cara y espalda), pues el acné suele extenderse debido a
un contagio bacteriano que va de unas marcas a otras si
no mantenemos la zona afectada bien limpia. Y 2) cuidar
la alimentación y limitar la ingesta de alimentos ricos
en grasas (chocolate, embutidos, lácteos, harinas refinadas…).
.
2.- ¿Cómo reconocer el acné?
El síntoma más visible
del acné son las temidas espinillas. Se producen por la
acumulación de células pegadas a la piel, la glándula sebácea
ve obstruida su salida natural al exterior y dicha interrupción
produce un pequeño coágulo al que denominas espinilla. Esta
alteración puede presentar dos formas: un grano de cabeza
blanca, cuando no va asociada a folículo piloso, y otro
de cabeza negra o espinilla abierta cuando se asocia a un
folículo piloso. Mal tratadas las espinillas pueden enquistarse,
derivar en pústulas o infectarse, debido sobre todo al efecto
de las bacterias, que como hemos dicho proliferan sin control
cuando la segregación de sebo aumenta.
Sin embargo para un diagnóstico fiable por su puesto recomendamos
acudir al médico de cabecera o al dermatólogo.
3.- ¿Qué aporta
el tratamiento con Aloe Vera?
Sin grasa no hay acné. El exceso en la producción de
grasa de nuestras glándulas suele acompañar la inmensa mayoría
de procesos acnéicos, desgraciadamente en la pubertad se
activan todas las hormonas, también las sebáceas encargadas
de producir la grasa. Este proceso tiene mayor incidencia
en los varones, pues está asociado a las hormonas masculinas
(andróginas), de ahí que el acné se cebe más en hombres
que en mujeres.
Las propiedades depurativas, astringentes y antibacterianas
del aloe lo hacen ideal para combatir eficazmente esta dolencia.
Por un lado el jugo de aloe regula la producción
de sebo de nuestra piel, por lo que atacamos desde dentro
el problema, por otro el gel de aloe seca el acné
gracias y evita que se infecte y propague.
IMPORTANTE: Es fundamental asear debidamente la zona
afectada antes de aplicar el gel, de otro modo arrastraremos
al interior las impurezas que están fueras y obtendremos
un efecto contraproducente
Se puede utilizar en todas las partes del cuerpo.
Existen muy pocos tratamientos específicos para esta enfermedad,
y menos aún tratamientos basados en medicina natural.
4.- ¿Cómo aplicar el tratamiento?
Aloe vera bebido: Ingerir
diariamente al menos seis cucharadas soperas de Aloe Vera.
Es un potente depurativo y regulador del organismo, con
lo que la secreción cutánea de sebo se reducirá.
Gel aloe 200 ml: Sus propiedades
astringentes secan la marca de acné, es antibacteriano
y fungicida, acelera la cicatrización y desaparición
de la marca de acné.
Tónico facial: Ideal
para pieles acnéicas, limpia, desinfecta y evita
la proliferación de bacterias. Emplear después
de lavar bien la zona con el jabón.
PEDIR
TRATAMIENTO
|