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1.- Ácido hialurónico, el perfecto antiarrugas
2.- ¿Cómo funciona el aloe contra la caída del cabello?
3.- Aloe vera, un aliado contra la oxidación
4.- Aloe vera, un milagro para la piel
5.- Aloe vera, un remedio eficaz contra el acné
6.- ¿Cómo tratar la psoriasis?: con Aloe vera
7.- Aloe vera, un remedio eficaz contra las quemaduras
8.- ¿Cómo combatir la rosácea con aloe vera?
9.- Cosméticos artesanales con aloe vera
10.- El caviar en la cosmética
11.- El papel de los micronutrientes en la nutrición ortomolecular
12.- Rosa mosqueta, un aliado para la piel
13.- Tratamiento de las hemorroides con aloe vera
14.- Nutrición celular, la mejor prevención contra el cáncer
15.- Vitamina C, la reina de las vitaminas
16.- Coenzima Q-10 ¿Qué es? y ¿Para qué sirve?
17.- La dieta ideal: Come sano sin dejar de comer..., y sin ganar peso
18.- Ácido y alcalino: tratamiento holístico de las enfermedades según el Dr. Alberto Bosch

1.- Ácido hialurónico, el perfecto antiarrugas

El ácido hialurónico es un compuesto que cumple con multitud de propiedades beneficiosas para la piel. Es hidratante, estimula y revitaliza el ciclo de producción celular y restituye de forma natural el colágeno que perdemos con la edad. Se trata de un producto puro y estéril, afín a la piel y que por lo tanto no produce ningún rechazo, pues sus moléculas están compuestas por azúcares y es totalmente biocompatible.

Todas estas características le convierten en el perfecto antiedad, pues rellena y suaviza de forma natural las arrugas, no tira y devuelve a la piel luminosidad, tersura y suavidad. Es recomendable usarlo a partir de los 30 años, pues a partir de esta edad la producción de colágeno natural empieza a mermar. Como hemos dicho el ácido hialurónico sustituye el perdido y activa la producción de nuevo colágeno. Se asimila lentamente, según necesidad, por lo que sus efectos pueden tardar en notarse de 15 a 20 días. Al ser un compuesto ortomolecular se elimina de forma natural, con lo que sus efectos son temporales y hay que usarlo de forma periódica para obtener sus beneficios. No obstante, a pesar de que es gradualmente absorbido por el organismo no produce flacidez ni el típico “efecto derrumbe” de otros tratamientos antiedad.

Sus efectos son especialmente apreciables alrededor de los ojos, en los labios y en la frente, llenando los espacios que la falta de colágeno deja, lo que produce las arrugas. Actúa también como una especie de esponja molecular, atrapando el agua y manteniendo hidratada la zona en que se aplica.

En el experimento de de la Universidad de Michigan se inyectó ácido hialurónico a varias voluntarias y un placebo a otro grupo, en varios puntos de uno de los antebrazos.

Colágeno. El ácido hialurónico no sólo ocupa el lugar de esta proteína cuando se ha perdido, sino que además estimula su producción.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan seleccionó un grupo de voluntarias sanas con una media de edad de 74 años y una piel aceptable, y les inyectaron ácido hialurónico en varios puntos de uno de los antebrazos. En el otro, las participantes recibieron únicamente suero salino como placebo. Transcurridas unas cuatro semanas realizaron una biopsia que repitieron a los dos meses y medio para evaluar el estado de la piel de las mujeres. El ácido hialurónico había ocupado el hueco que había dejado el colágeno perdido, como venía siendo de esperar, pero además estimuló la producción de esta proteína cutánea mediante el esponjamiento de los fibroblastos. Este doble efecto explica por qué los efectos del ácido hialurónico son acumulativos y se notan más pasado entres seis meses y un año.

2.- ¿Cómo funciona el aloe contra la caída del cabello? Ir arriba

¿Cómo se produce el cabello?

El cabello tiene una fase de duración de aproximadamente 3 años, seguida de otra fase de regresión en la que el folículo se reduce y se deteriora y finalmente, en una última fase, cae y vuelve a nacer, cerrando así el ciclo. En ocasiones, el ciclo se ve alterado por diversas circunstancias que pueden conducir a una caída anormal del cabello y una mala o escasa producción de pelo nuevo, y en consecuencia a algunos tipos de alopecias no congénitas o evitables.

¿Qué factores producen su caída?

Una de las causas más comunes que producen esta alteración es la oclusión de los poros, comúnmente debida a tapones sebáceos. Esta disfunción se ve coadyuvada por la acción de agentes externos tales como el sol, la sal, el cloro y algunos productos cosméticos con Ph agresivos o inadecuados para nuestra piel. Dichos agentes agresivos debilitan sa capa córnea y pueden llegar a causar lesiones celulares que conducen a la deshidratación y posterior caída del cabello. Al mismo tiempo una escasa hidratación o unos malos hábitos alimenticios acumulan toxinas que pueden el ciclo de producción normal de nuestro cabello. La deshidratación capilar puede ser provocada por factores climáticos, manipulaciones no adecuadas, estrés, tensión, nerviosismo, ansiedad y angustia. Todos estos factores provocan una mala vascularización. Otro factor de cierta importancia es la caspa, que no es más que una gran acumulación de células muertas en la capa córnea (grasa tóxica y seca). La caspa es pues motivo de caída del cabello por un efecto de intoxicación o deshidratación.

¿Como podemos evitar la caída del cabello con aloe vera?

Resulta especialmente útil consumir el jugo de aloe vera, pues como agente depurador disolverá las tóxinas de nuestro organismo y producierá un efecto homeostático general que beneficiará no sólo a nuestro pelo, sino que favorecerá un estado de salud óptimo. El aloe vera tiene un Ph muy similar al de la piel, así que es un producto ideal para estimular el correcto funcionamiento de los folículos pilosos y evitar el exceso de grasa o caspa, aportanto hidratación y elasticidad. Como coadyuvante al jugo son ideales un champú rico en aloe, y un gel puro, así como la loción anticaída, que fortalecerá el cabello manteniendo su suavidad y brillo naturales. Con un poco de constancia y combinando los tres productos se pueden frenar las alopecias no congénitas y recuperar un pelo sano y fuerte.

3.- Aloe vera, un aliado contra la oxidación
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Nos oxidamos

El envejecimiento natural de nuestro organismo no es otra cosa que un lento y gradual proceso de oxidación. El oxígeno, indispensable para la vida, es también el elemento que desencadena el mecanismo por el cual nos oxidamos. En nuestro cuerpo se producen entre 3500 y 5000 reacciones químicas por minuto, la creación de energía, la sintetización de proteinas o la conversión de azúcares y otras sustancias en alimento para las células producen una serie de desechos que se traducen en radicales libres, elementos oxidativos que provocan el envejecimiento. Nuestro organismo está preparado para contrarrestar el efecto de los radicales libres y evitar un envejecimiento prematuro, nuestro hígado produce enzimas que neutralizan los radicales libres y la ingestión de vitaminas A, E y C, así como otros compuestos (selenio, oxido de germanio, cinz) son potentes antioxidantes que aseguran la homeostasis orgánica (preservación del estado de salud).

Estrés oxidativo

Los radicales libres son acumulativos, cuando la homeostasis orgánica se ve alterada por la carencia de antioxidantes o por procesos oxidativos añadidos, tales como la ingesta de alimentos inapropiados (con exceso de grasas saturadas, harinas refinadas o añadidos sintéticos...), la exposición prolongada y sin protección al sol, la contaminación ambiental, el tabaco y otras sustancias nocivas para la salud. Todos estos factores producen un estés oxidativo que puede desencadenar enfermedades como el cáncer, la fibromialgia, fatica crónica, diabetes, artrosis y otras patologías que tienen que ver con un déficit de antioxidantes.

Los antioxidantes

Los antioxidantes son un grupo de compuestos cuyo cometido es bloquear el efecto nocivo de los radicales libres. Ya hemos citado anteriormente los antioxidantes más potentes:

- Vitaminas

Vitamina C: En frutas y verduras frescas y crudas, como kiwi, piña, naranjas, melón, fresas, bayas, arándanos, tomate, coles...

Vitamina E (tocoferol): germen de trigo, aceite de soja, germen de cereales o cereales de grano entero, aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

"Provitamina A" o Betacaroteno: El organismo lo transforma en vitamina A. Recientemente se ha demostrado su papel en la prevención de las cataratas y su efecto beneficioso en procesos inflamatorios y en los relacionados con el envejecimiento. Alimentos ricos en betacaroteno: verduras de color verde o coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, espinacas, calabaza, etc.), y cierta frutas (albaricoques, cerezas, melón y melocotón). - Minerales

Selenio: Relacionado con un menor riesgo de tumores de piel, hígado, colon y mama. En carnes, pescados, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

Zinc: Favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular), participa en la lucha contra los radicales libres y en la síntesis de enzimas, interviene en el sistema inmune o de defensas y favorece el buen estado de piel y mucosas (tonicidad y elasticidad de la piel). Carnes, vísceras, pescados, los huevos, los cereales completos y las legumbres.

Cobre: Potencia el sistema inmune, participa en la formación de enzimas, proteínas y neuro-transmisores cerebrales (renovación celular y estimulante del sistema nervioso) y es un agente antiinflamatorio y antiinfeccioso. Y facilita la síntesis de colágeno y elastina (necesarios para el buen estado de los vasos sanguíneos, del cartílago, de los pulmones y de la piel), actúa como antioxidante protegiendo las células de los efectos tóxicos de los radicales libres y facilita la fijación del calcio y del fósforo. Alimentos ricos en cobre: hígado, pescado, marisco, cereales completos y vegetales verdes.

- Aminoácidos (los componentes más simples de las proteínas):

Cisteína: aminoácido no esencial, nuestro cuerpo puede fabricarlo sin problemas. Es importante para la producción de enzimas contra los radicales libres. El hígado y nuestras defensas lo utilizan para desintoxicar el cuerpo de sustancias químicas y otros elementos nocivos. La cisteína, que se encuentra en carnes, pescados, huevos y lácteos, es un detoxificante potente contra los agentes que deprimen el sistema inmune, como el alcohol, el tabaco y la polución ambiental.

- Colorantes naturales u otros compuestos de vegetales:

Flavonoides: Comprenden a los flavonoles, los antocianidoles y a las flavonas, colorantes naturales con acción antioxidante que constituyen el grupo más importante de la familia de los polifenoles, muy presentes en el mundo vegetal. Protegen el sistema cardiovascular y activan las enzimas glutation peroxidasa y catalasa, antioxidantes presentes de forma natural en nuestro organismo. Están en la familia de las coles, las verduras de hoja verde, las frutas rojas y moradas y los cítricos. Según la American Cancer Society, reducen el riesgo de cáncer colo-rectal.

Isoflavonas: En la soja y algunos de sus derivados como el tofu.

El aloe vera como antioxidante

El aloe vera posee más de 200 principios activos beneficiosos para la salud, ello se debe a su singular composición química, pues es rico entre otras sustancias en vitaminas A, C y E, aminoácidos, enzimas, minerales (entre los que se encuentra el cobre, el zinc y el selenio), oligoelementos, mono y polisacáricos, antraquinonas, ligninas, saponinas... es un cóctel nutracéutico que gracias a la acción sinérgica de todos sus componentes posee propiedades antiinflamatorias, antiulcerosas, hipoglucemiantes, antitumorales y especialmente antioxidantes. Es un producto ideal para prevenir numerosas enfermedades evitables asociadas a la acción de los radicales libres, más frecuentes en personas de avanzada edad, sobre todo las asociadas con la degereración macular, enfermedades renales o hepáticas, hipertrofias de próstata, envejecimiento prematuro, diabetes, artrosis, etc.

4.- Aloe vera, un milagro para la piel Ir arriba

Conoce y cuida tu piel

Antes de aplicar cualquier tratamiento a nuestra piel debemos saber qué tipo de cutis tenemos y cómo podemos cuidarlo.

Aunque existen matices, se puede decir de forma genérica que existen tres tipos de pieles: grasa, seca y normal o mixta. Algunos especialistas añaden un cuarto tipo, que es la piel sensible, pero este tipo de piel se puede dar en cualquiera de los tres casos anteriores y más que una categoría aparte es una característica asociada a la misma.

¿Cómo puedo saber el tipo de piel que tengo?

En primer lugar tienes que saber que el concepto que se aplica para clasificar el tipo de piel es la grasa que ésta genera. Sabiendo esto resulta mucho más sencillo aclarar el tipo de piel tenemos, qué problemas es más propensa a padecer y cómo se deben tratar.

Cutis graso

Para distinguir un cutis graso debemos observar varias señales frente al espejo: suelen destacar los brillos, son pieles de poros dilatados y brillantes en exceso, comúnmente rechazan el maquillaje, que suele correrse debido a la acción de la grasa, ya que ésta forma una película donde los productos cosméticos se fijan con mayor dificultad.

¿Cómo cuidar un cutis graso?

Son pieles con una mayor tendencia acnéica en las que con frecuencia se desarrollan puntos negros, conviene tratarlas con un producto astringente, como el gel de aloe, que las protege y las nutre al mismo tiempo que reduce el exceso de grasa. No hay que dejar de hidratarlas para mantenerlas jóvenes y tersas, para ello es necesario usar una crema hidratante o hidronutritiva libre de grasa.

Cutis seco

Es justo el caso contrario del cutis graso, en este tipo de piel las glándulas sebáceas no producen suficiente sebo y la carencia de grasa da como resultado una piel áspera y mate en la que los poros están casi cerrados. Tiende a resecarse con el simple efecto del aire y en algunos casos llega a cuartearse.

¿Cómo cuidar un cutis seco?

Este tipo de pieles requiere más cuidados que el cutis graso o normal, pues tiende a envejecer prematuramente. Debemos aplicar diariamente una crema nutritiva rica en aceites vegetales (almendras, aguacate, oliva…) y vitaminas, en especial vitaminas E y A (Retinol), que combaten los efectos de los radicales libres y el envejecimiento prematuro. Tampoco podemos descuidar la hidratación, para mantener la piel hidratada es preciso aplicar una crema humectante, preferiblemente después de la ducha y con la piel aún mojada. Complementando todo esto una precaución: evitar la exposición prolongada al sol.

Cutis normal o mixto.

Seguro que has oído hablar de la famosa T. La piel normal o mixta se caracteriza por un exceso de grasa en la T (frente, nariz y mentón) y sequedad en pómulos y mejillas. Es el tipo de piel que más fácil de cuidar, pues tanto la zona grasa como la seca son menos extremas.

¿Cómo cuidar un cutis mixto?

En primer lugar (esto vale para todos los tipos de pieles) procurar no castigarla demasiado exponiéndola de forma prolongada al sol o situaciones de contaminación, exceso de humos, etc. Normalmente una buena limpieza y una hidratante suelen ser suficiente, en la T un gel de aloe va bien para rebajar la grasa, y en pómulos y mejillas una hidronutritiva.

Piel sensible

Como dijimos al principio cualquier tipo de piel (grasa, seca o normal), además puede ser sensible. Estas pieles reaccionan con manchas, sarpullidos, dermatitis o rojeces ante cambios emocionales, de temperatura, situaciones de estrés, etc. Suelen ser brotes pasajeros que desaparecen enseguida, a veces también asociados a algún tipo de crema, pues son pieles proclives a las alergias.

¿Cómo tratar una piel sensible?

Para empezar procura utilizar productos hipoalergénicos, haz siempre la prueba del algodón: moja un algodón con una pequeña cantidad del producto que vayas a aplicarte, frota en la muñeca y observa si tu piel reacciona con algún tipo de brote, si no es así puedes aplicarte el producto, que ha de ajustarse a los cánones del tipo de piel que tengas y que hemos explicado en los puntos anteriores.

ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS PARA CUIDAR LA PIEL CON ALOE VERA

A veces no basta con aplicar el producto adecuado, además hay que hacerlo de la forma correcta. Siempre que emplees una crema para la cara recuerda que es importante tener el cutis bien limpio, eso lo conseguirás lavándote con un jabón neutro antes de la aplicación; para que el resultado sea óptimo te recomiendo que uses al menos una vez por semana un gel exfoliante y que te apliques una mascarilla un par de veces al mes, con eso conseguirás que tus poros estén bien abiertos y listos para recibir y absorber con facilidad. También es importante que masajees suavemente y en círculos la zona donde te vas a aplicar la crema, además de los poros abiertos es conveniente que los capilares se activen y reciban el caudal de nutrientes. El último factor a tener en cuenta antes de aplicar la crema es usar un producto que favorezca la penetración del cosmético para su máximo aprovechamiento, para ello nada mejor que el aloe, que además de aportarte nutrientes mejorará enormemente la penetración de todos los componentes de la crema que uses, eso se debe a su alto contenido en lignina, un compuesto que acelera y favorece la absorción. Además, el aloe podrás aplicarlo en todos los tipos de pieles como te explico a continuación: Si tienes la piel seca mezcla un gel de aloe con aceite de oliva, aguacate o almendras dulces y tendrás una excelente nutritiva.

Si tienes la piel grasa usa el gel solo, es astringente y reduce el exceso de grasa, quizá notes una cierta tirantez al principio, si te molesta aplícate el gel después de la ducha, con la cara aún húmeda, así conseguirás una perfecta hidratación sin engrasar la cara. Si tienes la piel normal o mixta puedes usar el gel de aloe sin mezclar, aplícalo hasta su total absorción. También puedes usar el gel de aloe con retinol para darle firmeza a la piel, masajea en una sola dirección unos instantes y verás que el resultado es visible, el aloe fomenta la producción de colágeno y tiene un efecto exfoliante por lo que también combate las manchas y las arrugas, es un auténtico multiusos.

Además de para cuidar tu piel, también puedes usar el aloe para curarla. Utiliza el gel 95% pequeñas marcas de acné, cicatrices, manchas de la cara, o cualquier otra imperfección de la piel, también puedes usarlo como gomina después de la ducha, fortalecerá tu pelo y lo mantendrá sano y bonito.

Se constante, usa tus cosméticos en combinación con el aloe y notarás los resultados.

5.- Aloe vera, un remedio eficaz contra el acné Ir arriba

Ante todo ha de quedar claro que el acné no es contagioso. No obstante es la afección de la piel más común y puede llegar a afectar al 80% de la población. Viene producido por el exceso de segregación de grasa por parte de las glándulas sebáceas.

Se da sobre todo en jóvenes de 11 a 30 años y existen multitud de factores que lo provocan: factores hereditarios, mala alimentación (sobre todo por la ingesta de alimentos grasos), obstrucciones en el canal pilosebáceo, cambios hormonales (espeialmentre prolíficos en el inicio de la adolescencia), bacterias…

No es fácil curar el acné, sin embargo, sin embargo, tratado a tiempo y de una forma adecuada podemos combatir los brotes y lograr que no deje marcas. Para ello es imprescindible atajarlo desde su primeros brotes, seguir estos dos consejos básicos nos ayudará a prevenirlo: 1) mantener una buena higiene en la zonas más propensas a padecer acné (cara y espalda), pues el acné suele extenderse debido a un contagio bacteriano que va de unas marcas a otras si no mantenemos la zona afectada bien limpia. Y 2) cuidar la alimentación y limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas (chocolate, embutidos, lácteos, harinas refinadas…)

Sin grasa no hay acné. El exceso en la producción de grasa de nuestras glándulas suele acompañar la inmensa mayoría de procesos acnéicos, desgraciadamente en la pubertad se activan todas las hormonas, también las sebáceas encargadas de producir la grasa. Este proceso tiene mayor incidencia en los varones, pues está asociado a las hormonas masculinas (andróginas), de ahí que el acné se cebe más en hombres que en mujeres.

El síntoma más visible del acné son las temidas espinillas. Se producen por la acumulación de células pegadas a la piel, la glándula sebácea ve obstruida su salida natural al exterior y dicha interrupción produce un pequeño coágulo al que denominas espinilla. Esta alteración puede presentar dos formas: un grano de cabeza blanca, cuando no va asociada a folículo piloso, y otro de cabeza negra o espinilla abierta cuando se asocia a un folículo piloso. Mal tratadas las espinillas pueden enquistarse, derivar en pústulas o infectarse, debido sobre todo al efecto de las bacterias, que como hemos dicho proliferan sin control cuando la segregación de sebo aumenta.

¿Cómo tratar el acné con aloe vera?

El aloe, tiene propiedades bacterianas y astringentes (reguladoras de la grasa) que lo hacen ideal para tratar el acné. No obstante requiere un tratamiento eficaz y constante, pues es una afección muy rebelde y a menudo rebrota después de controlada.

Para combatir el acné es fundamental atacar la dolencia desde dos frentes: 1) de forma interna con jugo de aloe, cuyo poder depurativo y regulador del organismo rebajará los niveles de grasa segregados por las glándulas sebáceas, y 2) desde fuera, por un lado procurando liberar la zona afectada de impurezas y limpiándola en profundidad, para lo que aplicaremos un jabón de aloe vera y un tónico antiacné, y por otro lado aplicando un gel de aloe con una riqueza del 95%, con ello conseguiremos secar el grano, gracias a su cualidad astringente, y por otro evitar que la flora bacteriana prolifere y contagie otras zonas cercanas.

6.- ¿Cómo tratar la psoriasis?: con Aloe vera Ir arriba

ANTES DE NADA… ¿QUÉ ES LA PSORIASIS?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria cutánea común caracterizada por episodios frecuentes de enrojecimiento, inflamación, irritación de la piel, prurito (picor) y escamas. Puede aparecer en forma repentina o gradual y afectar a las personas en cualquier edad, aunque comúnmente comienza entre los 15 y 35 años. Se puede presentar con más frecuencia en el tronco, codos, rodillas, cuero cabelludo, pliegues de la piel o uñas de las manos, pero puede afectar cualquiera o todas las partes de la piel. La psoriasis es una enfermedad crónica y recidivante de evolución imprevisible: hay épocas libres de enfermedad y otras en las que aparecen alteraciones más o menos importantes. Afecta aproximadamente al 1,5% de la población y, sin tratarse de una dolencia grave, se caracteriza por su difícil tratamiento y porque no acaba de obtener una respuesta definitiva por parte de la medicina científica.

¿CÓMO PUEDO RECONOCERLA?

A menudo comienza como pequeñas placas escamosas. Al principio el diagnóstico puede presentar alguna dificultad, porque muchas otras enfermedades se manifiestan con placas y descamaciones parecidas. A medida que la enfermedad avanza, la descamación característica la hace muy reconocible. Normalmente la psoriasis sólo produce descamación. Incluso el picor puede ser muy leve, y cuando sanan las zonas cubiertas con escamas, la piel vuelve a tomar su apariencia normal y el pelo vuelve a crecer. Sin embargo existen otros tipos de psoriasis, como la artrítica o la postulosa, más extensas y molestas que pueden llegar a cubrir todo el cuerpo. Los síntomas más evidentes de la psoriasis son:

- Manchas en la piel secas y rojas, normalmente cubiertas de escamas que se pueden agrietar y doler.
- Predominancia de los brotes en codos, rodillas, tronco, cuero cabelludo, manos y uñas.
- Picor y prurito. A veces inflamación.
- Descamación de la piel (especialmente en los niños)

Para un diagnóstico fiable siempre hay que acudir al médico de cabecera o al dermatólogo.

¿CUALES SON SUS PRINCIPALES CAUSAS?

Aún no está claro que es exactamente lo que causa la psoriasis. Parece ser un trastorno hereditario relacionado con el sistema inmunológico, que accidentalmente ataca las células del propio cuerpo. Algunos estudios relacionan la manifestación de la enfermedad con la cantidad de toxinas acumuladas en el cuerpo. Cuando un paciente desarrolla una vez la enfermedad es probable que la vuelva a desarrollar de nuevo a lo largo de su vida. No obstante el componente genético no es exclusivo, a menudo un brote de psoriasis tiene un origen poligénico, también se asocia al estrés y suele aparecer como reacción a un exceso de toxinas en nuestro organismo. Asimismo, el uso de algunos medicamentos, las infecciones virales o bacterianas, la mala alimentación, la depresión, los niveles bajos de defensas o la prolongada exposición al frío, también están asociados con brotes de psoriasis.

¿CÓMO SE PUEDE TRATAR?

La psoriasis es una enfermedad crónica y es necesario aprender a convivir con la ella. Los tratamientos contra la psoriasis pueden eliminar las lesiones y ocasionar una gran mejoría, pero no existe un tratamiento que produzca una cura definitiva. Los casos leves se tratan con medicamentos tópicos como antibióticos, corticoides, lubricantes, lociones... Sin embargo todos estos medicamentos paliativos o preventivos no siempre surten el efecto deseado, y en muchas ocasiones, como en el caso de la cortisona, tiene múltiples contraindicaciones.

Cuando una persona sólo presenta unas pocas placas, la psoriasis responde bien al tratamiento. Se utilizan también emolientes una o dos veces al día para lubricar la piel mantenerla hidratada, así como ungüentos cremas que contienen ácido salicílico, o la luz ultravioleta que en determinados casos puede ayudar a eliminar la psoriasis.

¿QUÉ APORTA EL TRATAMIENTO DE ALOE VERA?

La ingestión del aloe vera bebido proporciona gran parte de las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para la buena alimentación y por tanto para la buena salud del organismo. Además actúa en el sistema renal diluyendo las toxinas y facilitando su eliminación. Es decir, ataca la enfermedad desde su origen. Otro de los componentes del aloe vera que se ha demostrado eficaz contra la psoriasis es ácido acetilsalicílico, que administrado en forma de crema además potencia la penetración del mismo, hidrata la piel y tiene un efecto emoliente.

En los años noventa el Dr. Syed realizó en Arabia Saudita un estudio doble ciego (se debe realizar una prueba similar en otro grupo control para evitar ta acción de efectos llamados placebo) que demostró claramente las cualidades del Aloe Vera para controlar la psoriasis. El estudio duró 4 meses, con un seguimiento posterior de 12 meses más, El resultado fue que el 83,3% que se habían aplicado una crema de aloe se curaron, mientras que el placebo curó sólo al 6,6%. Ese y otros estudios han demostrado que el aloe vera actúa como regenerador celular en toda la piel de nuestro cuerpo, y que la aplicación de cremas ricas en aloe vera da resultados que en la mayoría de los casos mitigan el brote de psoriasis, (sobre todo en los momentos iniciales, cuando las escamas son pocas), alivian los síntomas y, con la aplicación constante, los eliminan.

ALGUNAS CUESTIONES QUE CONVIENE SABER…

- La psoriasis no es una enfermedad contagiosa.
- Las lesiones pueden empeorar en invierno, tras raspados, infecciones, quemaduras solares y algunos medicamentos.
- Lo primero es mantener la hidratación de la piel y evitar las quemaduras, utilizando cremas protectoras solares.
- La exposición a la luz solar ayuda a la mayoría de los pacientes, pero deben exponerse con precaución, ya que la exposición excesiva puede empeorarlos.

7.- Aloe vera, un remedio eficaz contra las quemaduras Ir arriba

Las quemaduras solares producen una inflamación cutánea como resultado de una excesiva exposición a la radiación solar. Los rayos ultravioletas de la luz destruyen las células de la capa exterior de la dermis, dañando los capilares subyacente. Esta molesta afección se da con más frecuencia en personas de piel clara, cuya epidermis se enrojece y se cubre de ampollas. Si la quemadura es grave la piel afectada cae tras algunos días. Debe recordarse que, si bien una exposición gradual y moderada al sol es beneficiosa para el organismo y facilita el proceso de calcificación de los huesos previniendo la osteoporosis, una exposición excesiva y continuada puede provocar envejecimiento cutáneo, la aparición de antiestéticos queratomas y, en algunos casos, cáncer de piel (melanoma). Se recomienda, obviamente, concentrarse en la prevención del fenómeno (uso de cremas bronceadoras con adecuados filtros solares) mientras que, para tratar las quemaduras, se aconseja aplicar delicandamente jugo o gel de aloe puro sobre la quemadura, teniendo la prudencia de no exponerse nuevamente al sol en los días siguientes.

Las quemaduras, dependiendo de la gravedad, pueden ser: 1) quemaduras de primer grado, en las que la epidermis presenta un erojecimiento que se cura rápidamente (es el caso de las quemaduras solares); 2) quemaduras de segundo grado, donde la piel se recubre de ampollas; y 3) quemaduras de tercer grado, donde la piel queda tan dañada que no hay más remedio que recurrir a un transplante para recuperarla. El aloe es muy efectivo para quemaduras de primer y segundo grado, de hecho gracias a sus propiedades antibióticas y antibacterianas, previene las infecciones, mientras que la isobarbaloína y los ácindos cinámico y salicílico ejercen una eficaz acción analgésica. Por último, el acemanano facilita la regeneración de los tejidos dañados. Tras haberla limpiado y enfriado, se aconseja untar la zona afectada con una mezcla de jugo o gel puro de aloe y miel.

8.- ¿Cómo combatir la rosácea con aloe vera? Ir arriba

¿Qué es la rosácea?

Es una afección crónica de la piel que consiste en la inflamación de las mejillas, la nariz, la barbilla, la frente o los párpados, y que puede aparecer como enrojecimiento, vasos sanguíneos prominentes similares a una araña, inflamación o erupciones en la piel parecidas al acné.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Aunque la causa de la rosácea se desconoce, una persona tiene mayor probabilidad de sufrir este inofensivo trastorno de la piel si:

- Es de piel clara.
- Se sonroja con facilidad.
- Es mujer, aunque los hombres resultan afectados con mayor intensidad.
- Está entre los 30 y los 50 años de edad. La rosácea involucra el agrandamiento de los vasos sanguíneos justo debajo de la piel y puede estar asociada con otros trastornos cutáneos (acné vulgar, seborrea), o con trastornos oculares (blefaritis, queratitis).

Síntomas

- Enrojecimiento de la cara en áreas diferenciadas o en toda la cara.
- Tendencia a sonrojarse o ruborizarse con facilidad
- Incremento de la vascularidad (vasos sanguíneos como arañas llamados telangiectasia) de la cara
- Nariz bulbosa y enrojecida
- Erupciones cutáneas similares al acné (pueden exudar o formar costras)
- Sensación urente o de picazón en la cara
- Ojos irritados, llorosos, inyectados en sangre.

Tratamiento

La medicina científica cataloga la rosácea como una afección que no tiene una cura conocida y para la que sólo existen tratamientos paliativos. El objetivo del tratamiento es identificar y evitar todos los posibles desencadenantes y así reducir la exacerbación o reagudización de la afección. A medida que la persona le hace el seguimiento a estos síntomas, debe comenzar a observar un patrón al cabo de varias semanas de aquello que empeora la rosácea. Esta información se debe utilizar para evitar exacerbaciones futuras. Estas medidas preventivas pueden ayudar:

- Evitar la exposición al sol y utilizar protector solar todos los días
- Evitar el esfuerzo prolongado en clima cálido
- Procurar reducir el estrés y probar la respiración profunda, el yoga u otras técnicas de relajación
- Limitar el consumo de comidas condimentadas, el alcohol y las bebidas calientes.

Los desencadenantes varían de persona a persona. Otros desencadenantes pueden abarcar el viento, los baños calientes, el clima frío, productos específicos para la piel, ejercicios u otros factores. En casos graves, la cirugía láser puede ayudar a reducir el enrojecimiento. La reducción quirúrgica del agrandamiento del tejido nasal puede también mejorar la apariencia estética del paciente, si éste así lo decide.

Expectativas (pronóstico)

La rosácea no es peligrosa desde el punto de vista médico y no es curable, pero usualmente se puede controlar con tratamiento. Esta condición puede ser persistente y crónica.

Complicaciones

- Cambios permanentes en la apariencia (por ejemplo, nariz bulbosa)
- Daño sicológico, pérdida de la autoestima.

¿Cómo puede ayudarme el aloe vera a combatir la rosácea?

El Aloe Vera es la planta por excelencia para el cuidado de la piel, pues la hidrata, la suaviza, la limpia y la regenera. Penetra las tres capas de la piel -la epidermis, la dermis y la hipodermis- y expulsa las bacterias y los depósitos de grasa que tapan los poros. El gel de Aloe tiene una capacidad hidratante y penetrante cuatro veces superior al agua, lo que multiplica su eficacia. Al penetrar, la acción de sus nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos y las enzimas estimulan la reproducción de nuevas células, pues es un portentoso regenerador celular, cicatrizante, tonificador y de alta penetración en la piel. El zumo de aloe vera ingerido en ayunas y aplicado exteriormente ha dado muy buenos resultados en casos de rosacea, acné, psoriasis y erupciones eccematosas. El Aloe Vera tiene una acción similar a los esteroides como la cortisona, pero sin los efectos nocivos de ésta. También es un excelente filtro solar de los rayos ultravioletas y elimina las manchas causadas por el sol y previene las dolencias que este puede causar.

9.- Cosméticos artesanales con aloe vera Ir arriba

Puedes fabricarte de forma sencilla tus propios cosméticos artesanales con aloe vera, son sanos, naturales y no tienen contraindicaciones. Pero antes de empezar conviene que hagas una prueba: impregna un algodón en jugo o gel de aloe y frota suavemente una pequeña zona de tu piel, espera unos instantes y si no hay reacción (rojez, picor, irritación, granitos…) has superado con éxito la prueba del algodón. El aloe vera tiene un Ph similar al de la piel y los casos de alergia o intolerancia no llegan al 1%, con esta sencilla prueba saldrás de dudas.

CREMA HIDRATANTE DE DÍA: Un pequeño truco para conseguir una buena hidratación es que no te seques después de la ducha. De este modo conservarás la humedad de la piel aplicando una mezcla de aceite vegetal (los más efectivos son el de aguacate y oliva), que la fija, y de aloe vera, que consigue la máxima penetración. Deja actuar la mezcla unos minutos y luego aclara la piel.

CREMA NUTRITIVA DE NOCHE: Usa un aceite de buena calidad, a ser posible de oliva, almendra dulce o aguacate. Mézclalo con gel de aloe y obtendrás una crema más grasa que la anterior, pero también más nutritiva. Si tienes la piel muy seca te conviene utilizar el aceite de aguacate, que combate más eficazmente los problemas de sequedad o irritación.

CREMA REAFIRMANTE O ASTRINGENTE: Indicada especialmente para pieles grasas; secan y afirman la piel después de su lavado. Puedes fabricar un magnífico astringente a partir de alcohol para friccionar o hamamelis (pídelo en herbolarios y tiendas especializadas) y perfume. Mézclalo con gel de aloe y multiplicarás su capacidad de penetración, nutrirás la piel y quedará tersa y suave.

CREMA ANTIARRUGAS Y EMOLIENTE: Tienen un efecto cosmético y terapéutico. Por un lado suavizan y lubrican la piel, y por otro reducen y alivian los tejidos inflamados. Para prevenir la sequedad y las arrugas puedes utilizar un delicioso antioxidante: aceite de oliva. Espárcelo bien sobre la piel y frota hacia arriba, añade aloe vera en crema o gel y vuelve a masajear, con esto logras una máxima penetración del aceite y potencias su acción. Déjalo actuar unos minutos y aclárate bien para eliminar la película brillante que deja el aloe.

MASCARILLA: Tritura algunas frutas o verduras del tiempo (fresas, tomates, pepinos, manzanas, uvas, plátanos...) Mézclalas con el gel de aloe y esparce la pasta resultante sobre la piel, masajea con suavidad y déjala hasta que las frutas vayan perdiendo humedad. Esta mascarilla inundará tu piel de vitaminas, activará la circulación sanguínea y te dejará un cutis luminoso.

Notarás inmediatamente la efectividad de estos cosméticos naturales gracias a que el aloe penetra en las tres capas de la piel: epidermis, dermis e hipodermis; aportando un gran caudal de nutrientes que la regeneran y la sanean, y expulsando las bacterias y los depósitos de grasa que obstruyen los poros. Por otro lado la acción de los nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos…, estimulan la reproducción de nuevas células. Estos principios activos se encuentran biológicamente equilibrados por la presencia de sustancias complementarias (polisacáridos, antraquinonas, saponinas...,) que van a potenciarse mutuamente sin acumularse en el organismo.

10.- El caviar en la cosmética Ir arriba

Actualmente la cosmética se nutre para elaborar muchos de sus productos de belleza de productos marinos tales como plancton termal (rico en lípidos, proteínas, oligoelementos y vitaminas), algas, sales o barros , y el producto que nos ocupa: el caviar.

Las huevas del esturión, además de constituir un manjar exquisito, se han revelado como un componente esencial, por sus excelentes propiedades, para la elaboración de tratamientos de belleza y cremas faciales o corporales.

Ya desde la antigüedad, los iraníes, principales productores mundiales de caviar, se bañaban, en agua tibia mezclada con aceites aromáticos y aderezada con huevas de esturión.

En Rusia, otro de los países exportadores más importantes, algunas décadas atrás, se utiliza, como el aloe vera, en la cicatrización de la piel tras ser sometida a una operación.

El descubrimiento del caviar para la cosmética se debe sobre todo a su asombrosa capacidad para regenerar la piel, el efecto es casi inmediato, actuando como si fuera un lifting.

Las huevas de esturión poseen un elevadísimo contenido en nutrientes, vitaminas, minerales y proteínas, lo que le convierte en un ingrediente ideal para la elaboración de cosméticos destinados a combatir los signos de la edad. En su composición química, las células del caviar se parecen mucho a la de las células de las epidermis jóvenes, con altas dosis de ácidos grasos esenciales, aminoácidos, sales minerales, vitamina B, hierro y zinc . A pesar de su coste, el descubrimiento de dichas cualidades para la piel tiene asegurada una implantación del caviar en la industria cosmética.

11.- El papel de los micronutrientes en la nutrición ortomolecular Ir arriba

La conocida frase de Hipócrates (médico griego del siglo V a. de C. y padre de la medicina moderna): “Que tu alimento sea tu medicina” podría considerarse como el lema fundacional de la medicina ortomolecular. La ciencia ha avanzado mucho desde los tiempos de Hipócrates, pero su máxima sigue vigente: somos lo que comemos.

Es un hecho demostrado que las enfermedades se generan a nivel celular. Una falta de energía en las célula, entidad mínima con vida propia, altera el buen funcionamiento del organismo y está en el origen de todas las patologías. De ahí la importancia vital de que alimentemos correctamente a nuestras células.

Existen diferentes tipos de células, y todas cumplen una función especializada e insustituible. La célula, a su vez, es como una pequeña ciudad, dividida en distintas partes, cada una de las cuales con un cometido esencial:

- el núcleo ejerce el control y ordena las tareas, es el cerebro de la célula.
- la membrana recubre y protege la célula.
- la mitocondrias producen energía.
- el aparato de Gorgi es una factoría dedicada a la fabricación de enzimas, hormonas y otras sustancias primordiales para el buen funcionamiento de la célula. Las vitaminas y micronutrientes aportan la energía que necesitan las células.

¿Es suficiente mantener una alimentación sana y equilibrada para conseguir el óptimo funcionamiento de nuestras células y así evitar contraer enfermedades? Según el biólogo molecular e investigador médico Linus Pauling, doble premio nobel (química en 1954 y de la paz en 1962) y gran defensor del uso suplementario de la vitamina C, la respuesta es no.

Actualmente los alimentos que consumimos tienen un déficit de micronutrientes, esto se debe a múltiples causas:

Tierras de cultivo empobrecidas: El abandono del barbecho o el cultivo por hojas, junto a la explotación intensiva de los campos de cultivo producen un empobrecimiento gradual de los suelos. Esta insuficiencia de nutrientes se traslada a los alimentos, que carecen de los sustratos necesarios para desarrollarse de forma óptima.

Formas inadecuadas de cocinarlos: La cocción excesiva, los fritos, el calor en general reduce una media del 56% los nutrientes de los alimentos.

Transporte y conservación de alimentos inadecuado: Algo parecido ocurre con el transporte de los alimentos y su maduración en cámaras frigoríficas, al congelarlos perdemos hasta un 83% de sus nutrientes, y al conservarlos embotados o enlatados haste el 94%.

A esto debemos añadir otras causas coadyuvantes de este déficit, como pueden ser el consumo de tabaco (Los benzopirenos del tabaco, que liberan numerosos radicales libres, se combaten con vitamina C, 1 cigarrillo consume 20 mg de ácido ascórbico al día), la ansiedad y el estrés, que debilitan nuestro sistema inmune y consumen grandes cantidades de vitamina C, o el alcohol y los fármacos, que tienen un efecto similar. La suma de todos estos factores aconseja, según Pauling, implementar nuestra dieta con suplementos vitamínicos para preservar la homeostasis orgánica, o lo que es lo mismo, un estado óptimo de salud.

Necesitamos alrededor de 59 micronutrientes esenciales. Además de las vitaminas nuestras células se alimentan de minerales, oligoelementos, enzimas, ácidos grasos esenciales (como los omegas) y fitoelementos, sustancias todas que entran en sinergia con los macronutrientes para convertirse en lo que algunos han llamado las moléculas de la vida.

En el próximo artículo explicaremos la función que cumplen los principales micronutrientes, hasta entonces algunos datos:

Hasta un 60% de la población sufre carencias nutricionales. Los fármacos producen todos los años, sólo por efectos secundarios, 10000 muertes. Para poder asimilar el azúcar refinado el organismo emplea cantidades considerables sales minerales, sin obtener de este azúcar aporte alguno, esto mismo ocurre con todos los productos que usan el azúcar refinado: bollería, bebidas azucaradas, margarinas, helados, chocolate… Es muy importante tener el intestino limpio para absorber mejor los nutrientes. Para corregir el estreñimiento y que el colon funcione de modo eficiente (la toxicidad acumulada en las pareces del intestino grueso cuando no deponemos bien puede causar la modificación del núcleo de las células de esta zona y desencadenar un cáncer de colon) es necesario consumir mucha fibra (salvado, semillas de lino, frutas y verduras crudas, etc…)

12.- Rosa mosqueta, un aliado para la piel Ir arriba

La rosa mosqueta (Rosa eglanteria, sinónimo Rosa rubiginosa) es un arbusto silvestre, espinoso, de fruto color bermellón, que pertenece a la familia de las rosáceas. Se trata de una planta nativa de Europa Central (Polonia, Hungría, Balcanes, el Cáucaso, Rusia), aunque también se encuentra en estado silvestre en las estribaciones de la región sur de la Cordillera de los Andes, tanto en Chile como en Argentina.

El aceite de rosa mosqueta se extrae de las semillas de la planta. Sus excelentes cualidades regenerativas se deben principalmente a su altísimo contenido en Ácidos Grasos Esenciales (AGE) insaturados, que es del 80%, de los cuales el 41% es ácido linoleico, el 39% ácido linolénico , y 16% ácido oleico. Los AGE son nutrientes esenciales en multitud de procesos fisiológicos y bioquímicos del cuerpo humano, y como hemos dicho están relacionados con la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular. Tienen además una función estructural, formando parte de los fosfolípidos (grasas que contienen fósforo y principales componentes de las membranas de las células), y son los precursores de las prostaglandinas (sustancias parecidas en su estructura a las hormonas que regulan la actividad de las células diariamente y los procesos inflamatorios y forman parte de multitud de procesos biológicos.

Diversos estudios realizados en laboratorios de Alemania, Argentina, Chile y Estados Unidos sobre esta planta indican que el aceite de la rosa mosqueta, debido al contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados es altamente beneficiosa en la regeneración de la piel. El aceite se emplea en cosméticos, debido a que:

1.- regenera y nutre la piel eliminando arrugas no muy profundas y reduce cicatrices de cualquier etiología;
2.- redistribuye la pigmentación, lo que posibilita la eliminación de manchas;
3.- realiza acciones preventivas y correctivas del fotoenvejecimiento y de los problemas cutáneos debidos a sobre exposición a las radiaciones solares, mediante la autogeneración de melanina;
4.- además de sus efectos en las capas externas de la piel, también revitaliza las células de las capas interiores, revigorizando el fibroblasto, (células que producen colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel).
5.- Los ácidos grasos insaturados intervienen en la regeneración celular de las membranas, regenerando los tejidos y procurando a las pieles envejecidas y secas una rápida regeneración cutánea y cicatrización de los tejidos dañados, así como una profunda nutrición e hidratación.

Además del valor cosmético del aceite de rosa mosquete es importante señalar su valor terapéutico, pues gracias a su poder regenerativo, humectante y cicatrizante, así como su efecto estimulante del flujo sanguíneo de los tejidos, resulta de gran utilidad en el tratamiento de: ezcemas, psoriasis, quemaduras, cicatrices, estrías o verrugas, entre otras afecciones de la piel.

Por último, señalar el valor nutricional de la rosa mosqueta, pues su análisis confirma la presencia de vitaminas (en especial la vitamina C), carótenos y tocoferoles, de ahí que, por sus propiedades antioxidantes, sus frutos se aprovechen para la confección de dulces, jaleas, infusiones, mermeladas, té (muy diurético y depurativo).

13.- Tratamiento de las hemorroides con aloe vera Ir arriba

Las hemorroides se producen por la dilatación de las venas en el recto y el ano, dando lugar a erupciones varicosas, mejor conocidas como hemorroides. Más de un 25% de la población las sufre en un momento dado. El estreñimiento crónico, la costumbre de forzar al evacuar las deposiciones, el embarazo, una mala alimentación, la vida sedentaria, e incluso por estancias prolongadas en la taza del retrete son factores que desencadenan la formación de hemorroides.

A menudo las hemorroides provocan primero pruritos y secreciones diversas, si añadimos a esto una alimentación inadecuada, pobre en fibras y rica en grasas saturadas, las deposiciones serán más duras e irritarán gravemente las hemorroides, hasta el punto de llegar provocar hemorragias.

En los casos más benignos se pueden atenuar los dolores con fibras u otros alimentos que favorecen la formación de deposiciones blandas. En los casos más graves, el dolor se prolonga y puede impedir caminar. Los supositorios pueden servir, pero a veces es necesaria una operación.

Tanto en los casos benignos como en los graves, el aloe vera es un excelente aliado contra las hemorroides. De hecho ya en el siglo I. d. C. Dioscórides ya mencionaba esta aplicación del aloe en su célebre De materia Medica. En la India, los médicos ayurvédicos han prescrito tradicionalmente el aloe para atajar las hemorroides.

El aloe es un método eficaz para aliviar y curar las hemorroides, sobre todo si los métodos clásicos parecen inoperantes.

¿Cómo emplear el aloe vera para tratar las hemorroides?

1) Extiende generosamente un gel de aloe en el recto (debe tener una alta riqueza para obtener resultados). Si el alivio tarda en llegar hay que repetir la operación, y hacerlo cada día durante al menos una semana. La constancia es fundamental.
2) Si las hemorroides son internas puedes fabricarte un supositorio de aloe vertiendo gel en papel de aluminio a modo de molde de supositorio. Luego colócalos en el congelador para que se endurezcan y aplícalos como un supositorio normal. Notarás además un efecto refrescante que calmará rápidamente los dolores. Puedes utilizar también trocitos de la planta fresca, bien limpia y pelada y libre de corteza y savia.
3) Puedes combinar los dos métodos anteriores con baños de sasiento añadiendo al agua jugo de aloe vera puro.
4) Es importante, además, beber con regularidad jugo de aloe puro, eso regularizará el funcionamiento intestinal y prevendrá las hemorroides.

14.- Nutrición celular, la mejor prevención contra el cáncer Ir arriba

Está demostrado que incurrimos una media de 15 veces al día en conductas que pueden alterar el ADN del núcleo de nuestras células (desde fumar un cigarrillo, hasta comer una carne quemada o aspirar la contaminación ambiental) y con ello iniciar un proceso cancerígeno. Afortunadamente nuestro organismo es sabio y la inmensa mayoría de las veces neutraliza estos peligros sin demasiados problemas. Pero para que eso ocurra nuestra sistema inmune debe funcionar a la perfección, y así lo hará, porque está diseñado para ello…, siempre que lo alimentemos debidamente.

A partir de cierta edad todos tenemos en algún momento células cancerígenas en nuestro organismo, y como hemos dicho, por lo general nuestras defensas las neutralizan, pero no siempre es así. En ocasiones un cáncer prospera, la gran mayoría de las veces esto se debe a que nuestro sistema inmune está debilitado y no consigue neutralizar la producción y expansión de células cancerígenas. Cuando alguno de los muchos factores que pueden alterar el núcleo de nuestras células, y por lo tanto producir una mutación en el ADN, prospera sin que nuestras defensas puedan neutralizarlo, el proceso cancerígeno se ha iniciado, es lo que llamamos la oncogénesis.

¿Qué factores pueden producir un cáncer?

1.- En primer lugar hay que señalar los factores genéticos, los antecedentes familiares favorecen la aparición de oncogenes, que pueden desencadenar en un tumor. Esto no significa que una persona con antecedentes familiares tenga que desarrollar necesariamente la enfermedad, de hecho, los consejos nutricionales y de buenos hábitos que daremos más adelante funcionan como un excelente preventivo, lo cual no obsta para que en estos casos deban incrementarse los controles médicos y las revisiones.
2.- En segundo lugar los factores ambientales, una atmósfera polucionada o con agentes cancerígenos en el aire (humos de motores o industrias, amianto en edificios, vertidos incontrolados…) también puede favorecer la formación de un cáncer.
3.- Una mala nutrición. A mi juicio es el factor crucial para evitar o favorecer un cáncer. A menudo solemos confundir alimentación con nutrición, de hecho es muy común estar sobrealimentado y sin embargo mal nutrido. Sólo tenemos hambre de macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas), los micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos…) no nos producen apetito, por eso es difícil detectar una carencia de estos compuestos esenciales para lograr la homeostasis o estado óptimo de salud.

¿Cómo se produce y cómo se expande?

Una célula sana puede convertirse en cancerígenas debido a una mutación en el ADN de su núcleo. Algunas células, por así decirlo, pretenden ser inmortales, en lugar de morir y ser sustituidas por una célula nueva, se niegan a ello y envejecen, perdiendo su función productora de vida y energía, lo que, cuando son muchos millones, afecta a nuestro organismo y, si no se detiene, puede producir un colapso orgánico irrecuperable.

El peligro no es tanto la formación de células cancerígenas, que como ya hemos visto es un fenómeno que sucede en multitud de ocasiones a lo largo de nuestra vida, como la extensión de las mismas hasta órganos vitales por medio de la metástasis. Esto ocurre cuando el tejido conjuntivo que rodea la célula cancerígena es erosionado por la colagenasa, una enzima que destruye este tejido protector y permite a la célula rebelde escapar de su ubicación y propagarse a través del torrente sanguíneo para colonizar otros órganos. Nuestro organismo puede combatir este proceso, para ello cuenta con formidables aliados, entre los que cabría destacar dos: la Vitamina C (la reina de las vitaminas) y la Lisina (un aminoácido esencial). Ninguno de estos dos principios son sintetizados por nuestros organismo, así que deben ser ingeridos a través de la dieta, y si es necesario, a través de suplementos. Por un lado la Vitamina C, que cumple una enorme cantidad de funciones esenciales para la vida, tiene propiedades anticancerígenas; ensayos clínicos en ratones demuestran que reduce a la mitad el crecimiento de los tumores e incluso llega a detener la metástasis en algunos casos; por otro la lisina posee la cualidad de neutralizar las colagenasas, impidiendo que destruyan el tejido conjuntivo y evitando así la extensión del tumor. La combinación de ambos compuestos actúa sinérgicamente para evitar la propagación de las células mutadas.

¿Cómo evitar que se desencadene un proceso cancerígeno en nuestro organismo?

Con hábitos saludables. Hay una doble vertiente en la nutrición celular que habría que potenciar para conseguir que sea preventiva; por un lado debemos aportar a nuestro organismo todos los nutrientes (macros y micros) necesarios para mantener nuestro sistema inmunológico en perfectas condiciones, y por otro debemos evitar todos aquellos alimentos insanos de los que se nutren las células cancerígenas, es decir, hay que dejarlas morir de hambre. Para ello debemos adquirir hábitos saludables y evitar en lo posible ingerir algunos productos como:

- Azúcar: usar mejor miel, melaza o jarabe de arce para endulzar, evitar también los alimentos que contengan aspartamo, muy tóxico según algunos estudios.

En el otro extremo, a la hora de salar los alimentos, mejor usar sal marina, pues la de mesa es previamente tratada con agentes químicos.

- Leche de vaca: consumir mejor leche de soja, arroz, avena…, la leche de vaca produce un exceso de mucosa en el intestino que favorece el crecimiento de los tumores.
- Carnes rojas: las carnes rojas son productos muy ácidos y también favorecen que los tumores prosperen, si a esto añadimos que quemadas y a la brasa suelen incrementarse notablemente sus agentes potencialmente cancerígenos, hay que evitarlas y sustituirlas por pescados o carnes blancas, preferiblemente pavo o pollo, y estos productos a su vez cocinarlos con calor indirecto que evite la formación de costra, como pueda ser al vapor, hervidos, en papillote…

Resumiendo, hay que elaborar nuestra dieta a partir de frutas y hortalizas frescas, semillas, zumos…, son productos que alcalinizan nuestro organismo, fortalecen nuestro sistema inmunológico y previenen la formación de tumores. Hay que intentar tomar al menos 5 piezas al día de frutas y hortalizas crudas…, preferir la proteína vegetal a la animal (combinando cereales y legumbres obtenemos una proteína de mayor calidad que la de la carne), beber al menos 2 litros de agua al día, cocinar los alimentos con calor indirecto y lo menos posible ya el calor destruye la mayoría de las vitaminas de frutas y vegetales y desnaturaliza las propiedades saludables de aceites vegetales cuando los utilizamos para fritos.

La correcta nutrición debe completarse eliminando hábitos nocivos, como son el fumar o el abuso de alcohol o drogas…, e introduciendo hábitos saludables, como es el deporte. El mayor enemigo del cáncer es el oxígeno, haciendo deporte oxigenamos nuestro organismo más que con ninguna otra actividad.

En cualquier caso el cáncer como muchas otras enfermedades, tiene cura, por supuesto es mejor prevenir, pero si esto ya no es posible, una actitud positiva nos ayudará a superarlo…

15.- Vitamina C, la reina de las vitaminas Ir arriba

¿Qué es la Vitamina C?

En 1937 Gyorgy Szent obtuvo el novel por sus investigaciones sobre la Vitamina C. Desde entonces, hasta nuestros días, la ciencia ha descubierto que este micronutriente, sin duda el más importante de todos, desempeña multitud de funciones imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Como veremos más adelante, la Vitamina C es vital en la prevención de enfermedades y necesaria para obtener la homeostasis, el estado óptimo de salud. Y para demostrar esta afirmación un pequeño ejemplo: Hace siglos, en las grandes travesías oceánicas, muchas personas morían desangradas antes de llegar a su destino, entonces no sabían que esto era debido a la falta de Vitamina C, cuya carencia, entre otras cosas, impide la formación del colágeno, una proteína que protege, fortalece y da elasticidad tanto la piel como las arterias, venas y capilares, sin ellos estos se rompen y la persona muere desangrada. También observaron que los hombres morían mientras los gatos que les acompañaban en los barcos permanecían indemnes. Siglos después se descubrió la causa de este curioso fenómeno, y no es otra que a diferencia del gato o el perro, que pueden sintetizar la Vitamina C, el ser humano no puede, con lo debe obtenerla a través de la alimentación.

¿Para qué sirve la Vitamina C?

La Vitamina C se requiere para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo.

1.- Es necesaria para formar el colágeno, una proteína, como ya hemos dicho, para formar la piel, el tejido cicatricial, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
2.- La Vitamina C es esencial para la cicatrización de heridas y para la reparación y mantenimiento de cartílago, huesos y dientes. 3.- Es un potente antioxidante, como la Vitamina E y el betacaroteno. Actuando en la neutralización de radicales libres y la prevención de tumores.
3.- La deficiencia de Vitamina C puede llevar al resecamiento y deterioro el cabello, haciéndolo frágil y quebradizo.
4.- Cuando carecemos de la Vitamina C necesaria pueden desencadenarse un sinfín de problemas: gingivitis (inflamación de las encías) y encías sangrantes, piel áspera, reseca y descamativa, disminución de la tasa de cicatrización de heridas, tendencia a la formación de hematomas, sangrados nasales, debilitamiento del esmalte de los dientes, dolor e inflamación de las articulaciones, anemia, disminución de la capacidad para detener infecciones y posiblemente aumento de peso debido a la baja tasa metabólica y bajo gasto de energía… Una forma grave de deficiencia de Vitamina C se conoce como escorbuto, que afecta principalmente a adultos de edad y desnutridos.

¿Qué dosis diaria es la recomendada, y en que alimentos se encuentra la Vitamina C?

Como hemos dicho, el organismo no fabrica la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena, por lo tanto es importante incluir muchos alimentos que contengan vitamina C en la dieta diaria. La vitamina C es hidrosoluble y es regularmente excretada por el cuerpo, por ello la toxicidad es muy poco común. Sin embargo, salvo casos especiales (deporte extremo, profesiones duras, personas con cáncer, grandes fumadores…) es suficiente con tomar 2 gramos al día, dado que en dosis muy altas puede llegar a producir malestar estomacal y diarrea.

Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C. Los alimentos que tienden a ser las mayores fuentes de vitamina C son, entre otros: el pimiento verde, las frutas y jugos de cítricos, las fresas, los tomates, el brócoli, los nabos y otras verduras de hoja verde, la papaya, el mango, el melón, la col de Bruselas, la coliflor, el repollo, los pimientos rojos, la frambuesa, el perejil, el aloe vera, la piña y los arándanos.

16.- Coenzima Q-10 ¿Qué es? y ¿Para qué sirve? Ir arriba

¿Qué es una coenzima?

El término bioquímico la define la coenzima un como componente orgánico no proteínico de una enzima, que interviene en la reacción catalizada por esta. En realidad, dicho de forma más sencilla, es una molécula que, atendiendo a la función, sería similar a una vitamina cuya utilidad es la de mejorar el funcionamiento cotidiano de nuestro organismo.

Al igual que la Vitamina C y algunos aminoácidos, somos incapaces de sintetizar la coenzima Q10, por lo que debemos obtenerla mediante la alimentación.

¿Para qué sirve la coenzima Q10?

Su función principal es la producción eficiente de energía en la célula, de hecho es un componente vital para que el proceso de conversión de los alimentos en energía sea eficaz.

Participa en el fortalecimiento del sistema inmune, esta propiedad permite a nuestro organismo obtener la homeostasis, o estado óptimo de salud, evitando en consecuencia que puedan prosperar las enfermedades.

Actúa como antioxidante, favoreciendo la oxigenación del organismo y combatiendo los radicales libres, tan nocivos para la salud.

Mejora las dolencias de corazón, ya que interviene en la formación del tejido cardiaco.

Desde que se identificó por primera vez, en 1957, se han descubierto multitud de propiedades y aplicaciones de la coenzima Q-10. Recientemente se han demostrado que puede ayudarnos a controlar el peso y que aporta grandes beneficios para la piel. Esto es debido a su acción antioxidante, equiparable a la de la Vitamina E, ya que captura los radicales libres y ralentiza el envejecimiento de nuestras células, de ahí que, aprovechando esa cualidad, se haya extendido su uso en la cosmética como un componente adicional en los productos de belleza.

17.- La dieta ideal: come sano sin dejar de comer bien..., y sin ganar peso Ir arriba

CUESTIONES A CONSIDERAR

Hoy día es muy común encontrar casos de personas que están sobrealimetadas, y sin embargo desnutridas. Una dieta desequilibrada puede arruinar nuestra salud, causarnos multitud de enfermedades, deprimir nuestro sistema inmune y hacer que nuestro organismo funcione muy por debajo de sus posibilidades energéticas y de de vitalidad.

Cierto es que muchas veces la vida apresurada y los horarios nos empujan a una dieta desordenada muy rica en macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y muy pobre en micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos…), esta descompensación es la que provoca que muchas personas con sobrepeso estén sin embargo mal nutridas.

Hay que pensar que muchos de los productos que consumimos los obtenemos ya en origen con muchas carencias o desnaturalizados. La sobreexplotación de los suelos empobrece enormemente los nutrientes de los productos que se cultivan en ellos, los pesticidas con que se tratan la mayoría de las cosechas intensivas, la conservación en cámaras frigoríficas, los transportes largos, el cortado, pelado, envasado, congelado y el resto de procesos de conservación de alimentos también merman sus características originales. A esto hay que añadir la forma incorrecta en la que la mayoría de las personas cocinamos los alimentos, buscando, por encima de todo, el sabor.

Sin embargo se puede cocinar de una forma sana y sabrosa, no hay por qué renunciar al sabor, sólo hace falta un poco de ingenio. ideal es cocinar al horno, vapor o papillote, porque con el calor indirecto la proteína no se desnaturaliza. Para aliñar hierbas al gusto, ajo en polvo, aceite de oliva y limón o vinagre de manzana. La proteína animal es muy completa, pero se puede superar sumando legumbres con cereales, por ejemplo arroz con lentejas, judías, garbanzos, soja, etc… Para obtener la vitamina B12, presente en la carne, también se pueden comer algas, soja fermentada (miso) o levadura de cerveza. No obstante el organismo sintetiza esta vitamina, cuyo aporte diario necesario es ínfimo.

LA DIETA IDEAL:

DESAYUNO:

-1 pieza de fruta de temporada
-1 producto lácteo, preferiblemente 1 yogur natural desnatado
-1 tazón de cereales integrales con leche de soja, arroz, avena, o si no es posible de vaca desnatada, o si se prefiere 1 ó 2 rebanada sde pan integral con un poco de jarabe de arce o miel.

-Si después del desayuno se va hacer algún deporte o actividad física que requiera un consumo energético importante, se pueden añadir a lo ya dicho algunos frutos (nueces, avellanas, almendras, anacardos…) y/o frutas secas (uvas pasas, oregones, dátiles…) y un poco de queso fresco.

ALMUERZO:

-Ensalada cruda (escarola, canónigos, lechuga, rúcula, etc…) con tomate y cebolla, si estamos controlando el peso se puede aliñar con ajo, finas hierbas, aceite de oliva (30 ml al día como máximo, lo que equivale a 3 cucharadas soperas) y limón (o vinagre de manzana).

-Pechuga de pavo o pollo a la plancha (se puede aderezar con ajo, perejil y limón, por ejemplo) y pan integral. Se puede cambiar la carne por pescado, siempre a la plancha y con fuego moderado, evitando quemarlo. Si se elige la opción del pescado se puede hacer al vapor con un dedo de agua en la sartén y con una tapadera.

CENA:

-Si no queremos complicarlos se puede hacer algo parecido al desayuno, pero con menor cantidad. Habría que incluir lo que no se tomó en la comida, es decir, si comimos carne en el almuerzo, para la cena deberíamos incluir pescado.

-Hay opciones interesantes, como las de soja, o el tofu, o si queremos perder peso una pieza de fruta o un batido energético.

Y para acabar, algunos consejos generales:

-Como bebida durante las comidas evitar los refrescos (son muy calóricos, sólo contienen azúcares y calorías vacías), lo mejor es el agua o una copa de vino.
-Hay que intentar dormir de 7 a 9 h. Si es necesario, complementar la alimentación con alguna infusión relajante que nos ayude a conciliar el sueño.
-Hay que hacer ejercicio todos los días, aunque sea caminar media hora.
-Evitar en lo posible los dulces y bebidas azucaradas. Para endulzar, si usamos azúcar, mejor integral de caña (morena), o bien sirope de arce o miel.
-Tomar al menos 5 raciones de fruta y verdura al día y beber 2 litros de agua.
-Evitar el café (mejor infusiones como el té verde, roibbos, etc…), tabaco, alcohol y drogas.

18.- Ácido y Alcalino: tratamiento holístico de las enfermedades según el Dr. Alberto Bosch Ir arriba

El fundamento de la teoría médica que vamos a ver es una integración del planteamiento de si el tumor es ácido o alcalino. Ambas cosas son ciertas, en el interior es alcalino, pero en el exterior es ácido. Acidosis metabólica y alcalosis tumoral. A continuación se verá porqué.
Para provocar la apoptosis tumoral (muerte celular programada) hay que entender como se genera este fenómeno: la medicina científica aplica ante un cáncer métodos invasivos (cirugía, radioterapia y quimioterapia) como única solución. Especialmente la quimioterapia es un tratamiento muy duro para el paciente, con muchos efectos secundarios indeseados, (vómitos, pérdida de pelo, incluso pérdida de dientes, descalcificación, dolores…) Pero para mitigar esta situación primero habría que entender bien el origen del problema.
Algo hace que las células se alteren y se vuelvan contra nosotros (la fitoterapia y nutrición ortomolecular responden a esto, como veremos más adelante), el caso es que no es la célula, sino el entorno lo que hace que la célula enferme..., por fallo renal, hepático, pulmonar y multisistémico… Todo se basa en el sistema de Pischinger, que es el que abre la puerta a entender no sólo el cáncer, sino como se producen todas las enfermedades.
El pulmón, el hígado y el riñón son los filtros que utiliza nuestro organismo desde que nacemos hasta que morimos para desintoxicarnos. Por cada uno de estos filtros pasan 5 litros de sangre por minuto. Estos filtros, con el uso, se van ensuciando, por lo que es necesario limpiarlos si queremos que cumplan correctamente su función. Estos órganos filtran los residuos del sistema celular, al que envían oxígeno, grasas, nutrientes, etc… de forma incesante, para que la célula se nutra, respire y viva. Pero cada vez que se oxigena y se nutre la célula produce un residuo metabólico. Cuando se le envía grasa, por ejemplo, la usa, se degrada, y cuando esto ocurre, la arroja fuera de sí, esto es el colesterol. Sería como el aceite quemado que queda en la sartén después de una fritura, se ha saturado, ya no es saludable, y lo desechamos, en la célula es igual. Si le enviamos proteínas, después de aprovecharlas para obtener energía, nos devuelve ácido úrico. Estos residuos excretados de la célula van al sistema venoso, de ahí a pulmón, hígado y riñón para que lo desechen. La naturaleza de estos desechos es ácida: ácido úrico, ácido carbónico y ácidos grasos. Mientras el cuerpo sea capaz de hacer esto no hay problema pero hay que tener en cuenta que nuestros filtros orgánicos procesan 7200 litros de sangre al día, es el equivalente a un camión de 7 toneladas diario.
Los problemas vienen cuando los filtros se obstruyen, ya no trabajan al 100% y empezamos a retener colesterol, ácido úrico y toxinas que se van acumulando en nuestro organismo. Eso puede variar el Ph del cuerpo, y generar una acidosis metabólica en sangre que puede llevar en casos extremos incluso a la muerte, como todos hemos visto que en ocasiones ocurre a algunos deportistas de élite que caen fulminados en el campo cuando se dan estas circunstancias. Ocurre porque el sistema se colapsa, se acumulan radicales libres y resididos tóxicos en el espacio intersticial, es decir, entre el capilar y la célula, los propios detritos ácidos de la célula la ahogan (ácidos grasos, ácido úrico, ácido carbónico, ácido oxálico, etc…) Esta acumulación de ácidos alrededor de la célula impiden que se nutra.
La célula sana vive flotando en una piscina de agua cristalina y transparente (no podemos olvidar que somos agua en un 70%), pero si el drenaje falla parte de los residuos se atascan en los filtros y parte se empezará a acumular en el espacio intersticial. Es el entorno celular, como decíamos al principio, el que va a degradar la célula cuando se acumulan estos detritus, haciendo que entre en precario.
Esos ácidos que rodean la célula son corrosivos, cuando tienen que ser atravesados por el oxígeno o los nutrientes para alimentar la célula, se deterioran al contacto con el ácido, con lo que la célula se acaba quedando sin oxígeno ni comida, y atacada químicamente por sus propios ácidos que no han sido desechados correctamente. Por eso funcionan las tinciones para detectar células tumorales, porque el color se fija en células enfermas, ya que los ácidos tiñen, mientras que el agua que rodea la célula, cuando está sana, no.
En este caso, la célula, sin oxígeno ni nutrientes, sólo tienes dos opciones: morir, o intentar sobrevivir. Si no reacciona, la célula, atacada químicamente por los radicales libres que la rodean, muere. Sin embargo, puede reaccionar, ya que es un ser vivo (si no estuviera viva no podría morir) que intentará defenderse.
Un ejemplo gráfico para entender mejor el funcionamiento de nuestro organismo: las células son los ciudadanos del cuerpo, los órganos los edificios donde viven los ciudadanos, arterias y venas, calle y avenidas, por donde van los alimentos y recogemos las basuras, los nervios son el tendido eléctrico, las líneas de teléfono, el sistema nervioso central el ayuntamiento.
Por eso, si mueren las células del cerebro el resultado es alzheimer, si se mueren las de la base del cerebro, parkinson…, en el cuerpo los nervios conducen los impulsos eléctricos, están forrados de una vaina de mielina, si el ácido corroe esta vaina protectora, el resultado es esclerosis múltiple, ELA, y otras enfermedades degenerativos del sistema nervioso.
Un tejido con células muertas es un tejido fibroso, fribroma mamario, fibroma uterino, fibrosis prostática, pulmonar, renal, hepática… Nos preocupan poco estas enfermedades porque son células muertas, que no matan, pero indican un proceso de degeneración celular. Se suele decir que son de causa idiopática porque no se asocian a virus o bacteria alguna que las provoquen. Son las llamadas enfermedades esclerosantes, para las que solemos pensar que no hay tratamiento, no hay un fármaco que ataque el virus o la bacteria, puesto que estas no existen.
Pero también puede ocurrir que la decida no morirse y luchar… Para esto la célula puede hacer cuatro cosas:
1.- retiene agua, fabrica una pequeña piscina que mantiene un canal de comunicación a través de los ácidos. Las células funcionan por mimetismo, se copian unas a otras, así que si una se hace un globo de agua, y eso le funciona, la de al lado la copiará… De esa forma todas las células se copian y la persona empieza a hincharse por la retención de líquidos y no consigue adelgazar aunque haga dietas. Por eso hay personas que aumentan de peso aunque sólo tomen agua, porque es precisamente el agua lo que acumulan y no desechan. Aunque el agua tenga cero calorías pesa, por eso seguirá cogiendo peso.
2.- la segunda estrategia de defensa ante la acidosis metabólica es tamponar, es decir, convertir un ácido en una sal, para lo que, si un órgano vital entra en compromiso, el organismo sacrifica una estructura para mantener viva otra más importante, es decir, empieza a extraer minerales de los huesos, que por reacción química con los ácidos que rodean la célula los neutralizan. Si, pero a cambio de descalcificar los huesos y producir osteoporosis, artritis, artrosis, además de calcificaciones en los tejidos blandos. Con todo esto el cuerpo nos está avisando.
3.- la tercera estrategia es el drenaje, es decir, eliminamos a través de la piel las tóxinas ácidas que atacan las células. Este sudor tan ácido es un ataque químico a la piel que produce dermatitis, psoriasis y otras enfermedades de la epidérmicas, que vienen de dentro y se curan desde dentro, no desde fuera (por eso las pomadas alivian, pero no curan). Si en lugar de drenar hacia la piel la célula drena hacia las mucosas lo que se producen son llamas, aftas bucales, úlceras estomacales, colitis ulcerosa, etc…
4.- La última opción es mutar, es decir, el cáncer: célula sana muta a célula tumoral. La célula sana vive en un medio alcalino, con oxígeno, poco sodio y con proteínas levógiras (giradas a la izquierda). La célula tumoral se adapta a vivir en un medio ácido, obtiene la energía no del oxígeno, sino de la ausencia de este, en un medio anaeróbico lo que le permite sobrevivir, ya que se alcaliniza en su interior (en su citoplasma) para poder contrarrestar el ataque ácido externo, eso explica porqué las células tumorales son alcalinas en su núcleo. Se carga de sodio, las proteínas giran a la derecha y todo se invierte. Esta solución la copian también las células vecinas y con el tiempo sobreviene la metástasis.
Ante esto, la medicina propone la cirugía, extirpar el tumor, siempre que se pueda y no haya metastizado. Otra opción es la radioterapia, achicharrar el tumor. La tercera opción es el envenenamiento o quimioterapia. Es decir, la soluciones son medievales: decapitación, hoguera y envenenamiento. Sin embargo nos queda una cuarta vía: el asedio, privar a la célula tumoral de su medio de vida. Eso sería la apoptosis, la muerte de la célula tumoral.
Para ello habría que alcalinizar al paciente con dieta hiposódica, ya que la célula tumoral necesita mucho sodio, utilizar enzimas proteolíticos de acción selectiva, es decir, enzimas que eliminan las proteinas dextrogiras (que giran a la derecha) de las que vive la célula tumoral, hiperoxigenar el sistema (ozonoterapia), el oxígeno es tóxico para las células tumorales.
Alcalinizamos también al paciente recuperando la función del hígado, pulmón y riñón, y eliminando las toxinas acumuladas en el espacio intersticial. Para ello utilizaremos una dieta alcalinizante, hidroterapia, tratamiento natural y tratamiento físico. Son cuatro pilares, un tratamiento que abarca más frentes es más probable que tenga éxito.
¿Por qué dieta alcalinizante? La dieta cárnica es acidificante y la vegetariana es alcalinizante. Un filtro sucio no es un filtro roto, se puede lavar, y lo mejor para lavarlo es agua, y encima resulta que el 95% de la fruta y la verdura es agua, por lo tanto con la dieta vegetariana se lavan los filtros. Ensalada y fruta es lo más sano. Lo de los viernes no comer carne viene de los curas, si, que a su vez viene de curar, men sana in corpore sano. De hecho los curas esto lo sacaron de Galeno, un médico del siglo II, el primero que dijo: "vale más prevenir que curar". A lo que habría que añadir otra cita: "Sólo tiene futuro aquel que investiga en el pasado, porque solo reinvestigando en el pasado se puede redescubrir el futuro" (Oppenheimer).
Galeno tenía claros sus tres grandes nos: No sé medicina. No tengo medicamentos (no existían, los inventó él). Si no tengo medicinas y no tengo medicamentos no puedo curar. Galeno conocía la medicina hipocrática, Hipócrates había dicho "que tus alimentos sean tus medicamentos, que tus medicamentes sean tus alimentos". Galeno basa su técnica en la observación, viendo como los animales se curan comiendo determinados alimentos, cada vez una vaca, por ejemplo, tenía un bulto en una mama comía determinado tipo de hierba, la vinca per vinca, una planta que tiene un principio activo antitumoral. Galeno se da cuenta de esto, cuando los pacientes se ponían amarillos comían alcachofas, claro, les fallaba el hígado, y mejoraban, pero el dio un paso más, había que concentrar y extraer el principio activo de la planta para hacer comprimidos y extractos, inventa en definitiva la galénica, el arte de hacer medicamentos…, hizo así multitud de compuestos que servía para determinadas dolencias, para limpiar los filtros y activar el drenaje de los ácidos.
Galeno también se da cuenta de la importancia de los baños termales. Las aguas termales calientes, salinas, funcionan como un dializador per cutáneo. Dilata los poros, la sal genera un gradiente de ósmosis, basta con añadir 2 kilos de sal marina en una bañera hasta la mitad con agua caliente, este baño elimina las toxinas ácidas, funciona como un riñón, pulmón e hígado artificial de alto rendimiento. De ahí la importancia de hacerlo una vez a la semana y tomar aguas termales de vez en cuando. Por ejemplo, para pacientes en diálisis, a la espera de un transplante, deberían darse un baño caliente con dos kilos de sal a diario, es una forma de hacer la diálisis, sacando ácido úrico por los poros usando el principio de ósmosis (un líquido pasa desde la solución más diluida a la más concentrada, de ahí que haga falta poner al menos 20 gramos de sal por litro en la bañera, porque eso supera la concentración de nuestro organismo y funciona el principio).
Es necesario al menos hacer un día a la semana dieta vegetariana (sobre todo frutas y verduras, y a ser posible crudas) y otro darse un baño termal con sal si queremos alcalinizarnos. Y comer sin sal, o muy poca, porque como hemos dicho, la célula tumoral necesita mucho sodio para alcalinizar su citoplama y así contrarrestar el ataque ácido externo. Otra forma de atacar el tumor, como ya hemos dicho, es a través de enzimas proteolíticas de acción selectiva que destruyen sólo proteínas dextrógiras, que son las que alimentan la célula tumoral. Usar ozonoterapia para oxigenar los tejidos y acabar con las células cancerígenas, de vida anaeróbica. También conviene suministrar al paciente enzimas peroxidadas. Hacer deporte que nos oxigene y tomar un vaso de agua con bicarbonato sódico al día (potente alcalinizante). Si llevamos a cabo todas estas acciones, la célula tumoral pierde su ruta metabólica, mientra la sana la mantiene, con lo que reducimos el tumor al terminar con su ecosistema, llevándola a la apoptosis. Un producto especialmente recomendado es el jugo puro de aloe vera, por varios motivos, es un excelente potenciador del sistema inmune, ejerce un efecto depurativo en nuestro filtros naturales y alcaliniza de forma natural nuestro organismo. Asimismo mejora la digestión de los alimentos, desintoxica y neutraliza la acidez estomacal. Por otro lado, la quimioterapia, que funciona bien en Vitro, no lo hace tanto en el paciente, porque antes de llegar a la célula tumoral, tiene que atravesar esa fosa séptica de tóxicos y ácidos que la rodean, por eso no basta con ponerle al paciente el suero en sangre, ya que la molécula no llega a la célula con efectividad, primero hay que limpiar de detritus ese espacio intersticial para que la quimioterapia pueda ser efectiva, de otra forma los ácidos la destruyen, se quema por el camino. Mucha toxicidad y poca efectividad. Si limpiamos antes el organismo de tóxicos, llegaría toda la quimio a la célula.
Muchos casos, incluso con metástasis, revierten, (la medicina lo llama reversión espontánea), y es por el tratamiento que permite poner al cuerpo en las condiciones de curarse a sí mismo.

(Basado en las teorías del Dr Alberto Martí Bosch)


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